INTRODUCCIÓN A LA
Para introducirnos en el mundo de las humedades, debemos valorar éstas en toda su magnitud e importancia. Las humedades en los edificios, constituyen la enfermedad más grave de todas las que se producen en ellos, y por ello se les debe dar la máxima importancia y prioridad, para atajar y solucionar los problemas que ocasionan.
Los edificios, siempre envejecen por los zócalos, evidenciándose así, que dicho envejecimiento, lo producen las humedades que provienen del subsuelo, y que las dividiremos en tres tipos:
- CAPILARIDAD
- OSMOSIS
- CONDENSACIÓN
Es un fenómeno natural, que parte del niel freático y consiste en la facultad que poseen los líquidos, de ascender a través de los poros de los materiales sólidos, por encima del nivel freático, impregnando el muro al igual que el café impregna un terrón de azúcar en contacto con el líquido.
El agua asciende por los capilares del muro y según la resistencia que encuentre en el subsuelo, piedras, rocas, arcillas y otros elementos, la induce a cambiar de dirección, llegando a alcanzar hasta 3 atmósferas de presión y arrastrando consigo, sales, hierro, calcio, zinc, sulfatos de magnesio, sodio y otros componentes que destruyen los elementos resistentes del edificio, al cristalizar y romper la dureza de los morteros y materiales.
Nuestra misión es conducir, esa agua en forma de líquido y gas y devolverla a su origen natural, de la misma forma, que la lluvia vuelve al mar por canales y ríos. El agua o gas tiene que ser devuelta a la atmósfera o al nivel freático y para ello debemos facilitarle el camino. Tapar u obstruirle el paso, es ir en contra de la misma naturaleza y nunca se obtiene nada positivo.
Este fenómeno consiste en el paso de disolvente, a través de una membrana semi-permeable, que separa dos soluciones de diferente concentración.
El líquido, fluye a la disolución más concentrada, hasta que se alcanza el equilibrio.
La presión osmótica, es debida al choque de las moléculas de soluto contra la pared de la membrana semi‐permeable, siendo o igual a las que ejercieran el mismo número de partículas de soluto si se encontraran en estado gaseoso.
En nuestro caso, la membrana del experimento explicado, es la piedra del muro, ladrillo tapial, ó cualquier otro material que forme el muro.
Las moléculas del líquido menos concentrado, zonas más bajas del subssuelo, ascienden a través de los poros del muro, arrastrando las sales, cloruros, sulfatos de magnesio, calcio, sodio, etc, que contiene el terreno en todas direcciones, destruyendo el muro progresivamente. Cuanto más densa y dura es la piedra, es menos osmótica.
Se produce cuando el líquido que sube por los capilares, encuentra un falso material ó un hueco en el muro, donde se condensa, convirtiéndose en líquido, bien por la resistencia ofrecida por el propio muro, o por la misma presión atmosférica, que tiende a equilibrar estas dos fuerzas naturales. Las formas de humedades, se manifiesstan de la siguiente manera:
En el nivel freático, es agua, cuando sube por los vasos capilares es líquido y gas, y al contactar con un sólido, como el muro, se condensa en agua nuevamente.
Estudiando, las diversas formas de humedad y la manera de actuar mutuamente, hemos observado, que no es sólo la osmosis y la capilaridad, lo que afecta a los edificios y a los seres que lo habitan, sino que también interviene la condensación.
Estos tres fenómenos naturales, actúan sobre el muro, y el resultado es la ascensión del agua en forma de líquido y gas, buscando la salida al exterior, por los espacios vacíos, poros, juntas, morteros, hasta equilibrarse las presiones con la atmósfera.
También existen humedades de condensación en el interior de las viviendas, especialmente en armarios, cocinas y baños. En muchos casos, se deben a filtraciones de aguas fluviales o bajantes de desagües. Por otro lado están las humedades de nueva construcción, las atmosféricas y las acccidentales.
TE OFRECEMOS
Electroconvector Osmótico Capilar
El Electroconvector Osmótico Capilar y su sistema de montaje, está diseñado para extraer la humedad de los muros y paredes de todo tipo. Se aplica en paredes de mampostería, ladrillo, hormigón, sillería, al igual que en muros, sótanos de contención, tanto a cota 0 como en otras cotas.
El Electroconvector, es una pieza de cerámica de composición especial, basándose en silicatos y mezclas de arcillas especiales, que le dan una porosidad superior a lo normal, pues absorbe la humedad del muro, de manera fácil y permanente, llegando a ser espectacular en muchos casos.
Lleva incorporada, una instalación de cables de cobre de una aleación especial, que forman una corriente electroestática de 7 a 12 m.A., unidos a una pieza de plomo, que hace cátodo en el propio muro.
Para explicarlo de forma sencilla, diremos que el procedimiento electroconvector, es totalmente natural y de duración ilimitada, al estar formado por elementos, no extraños a la obra y ser totalmente naturales, sin ninguna fuerza motriz añadida que lo active. Funciona por inercia natural, según la presión osmótica o de capilaridad que impregna el muro, procedente del subsuelo, en función de la época del año, y de la profundidad del nivel freático.
Al igual que el imán atrae el hierro, la electricidad estática que crea la propia naturaleza, sirve para la formación de un magneto‐eclipse, al chocar con la corriente del electroconvector, provocando la salida de la humedad en estado gaseoso hacia el exterior. Leer más
Instalación del Electroconvector Osmótico Capilar
Después de un estudio exhaustivo y minucioso en cada caso concreto, nuestros especialistas, se encargan de definir como se efectuará la instalación, asegurando así, el buen funcionamiento de la instalación y quedar garantizada la misma.
El Electroconvector, se instala en el interior de e los muros, con una inclinación que depende del material del muro y longitud de la propia pieza, en una o dos caras, según el espesor del muro y características de la obra. Finalmente se cierra por la boca al exterior, mediante rejilla de una aleación zamac, permitiendo la dosificación de aire y evitando su obturación.
Funcionamiento del Electroconvector Osmótico Capilar
La instalación del “Procedimiento Barres“, consta de 4 fases, y cada una de ellas tiene un cometido diferente, aunque el conjunto de las mismas es imprescindible, para el perfecto funcionamiento del Sistema.
Primera Fase:
Pieza cerámica prismática y hueca de una porosidad especial, que introduce el aire seco, hasta el final del alveolo, cargándose de humedad y saliendo gravitatoriamente por la boca de la pieza, al exterior, y devolviendo la humedad a la atmósfera que es su lugar de origen.
Segunda Fase:
Cuatro cables paralelos de cobre y plomo, de los cuales dos de ellos, discurren por el hueco de la pieza cerámica, y los otros dos, por las caras exteriores quedando empotrados en los muros, creando una corriente eléctrica. Ésta invierte la ascensión del agua capilar, por el interior del muro, y la extrae hacia el exterior, por las juntas del muro y por la pieza cerámica.
Tercera Fase:
Alveolo de 20 mm. de diámetro, el cual crea un espacio o donde se condensan los líquidos y gases ascensionales de capilaridad, aireando el muro y transportando la humedad hacia la pieza cerámica.
Cuarta Fase:
Alveolo de 12 mm. de diámetro, que capta la fuga de los gases y líquidos de capilaridad, que emigran hacia el interior del muro, buscando la salida más fácil que ofrece la cámara de condensación y la pieza cerámica, ya descrita anteriormente.
Leer menosDrenador Aireador Barres
“Procedimientos Barres“, posee experiencia y conocimientos suficientes, para tratar con seguridad, cualquier tipo de patología, derivada de las humedades que se generan en la vivienda o cualquier edificio destinado a uso humano, en obra nueva o rehabilitación, contando para ello con sistemas para tabiques, aireación de paredes, o desecación de suelos, mediante la pieza llamada por nosotros, Drenador Aireador.
El Drenador Aireador, es una pieza cerámica hexagonal de 90 mm de diámetro, basándose en silicatos especiales de gran porosidad. Por su diseño especial, es un sistema de drenaje de suelo, eficaz y al mismo tiempo económico.
Su instalación es estudiada en cada edificio. La ubicación, por debajo de cota 0 en zanjas, sobre un lecho de gravilla y cubriendo dichas piezas con la misma gravilla, actuando por presión térmica, y sacando la humedad al exterior por diferencia de temperatura de las distintas fachadas o patio de luces, conectándose al exterior, mediante unos alveolos especiales en el muro de fachada, en perpendicular a ésta, aireando a través de una rejilla, para evitar su obturación.
Es fácil su montaje y seguro su funcionamiento. Ya no tendremos humedades, mohos ni salitres en los suelos de nuestros edificios.
De este modo, se crea un equilibrio natural, entre el suelo y la atmósfera. La separación entre hielas, se determinará, según nos indique el estudio previo, que como máximo será de 3 metros, dependiendo de las características del edificio y su orientación.
Es una pieza cerámica rectangular, de una dureza y composición especial de 7 cm x 12 cm de ancho y 303 cm. de longitud, con salida de aireación por sus extremos a través de una rejilla protectora, que permite la intercomunicación de aire, entre los diferentes compartimentos del inmueble a tratar, con el objeto de la aireación continuada entre ellos, evitando así, a la condensación de humedad en techos y paredes, cuando no existe ventilación suficiente.
Nuestro departamento, según la orientación del edificio y demás variables climatológicas, estudiará la disposición del tratamiento del tabiquero.
Sirve también, para paredes exteriores en fachadas.
Todos los edificios monumentales, como iglesias, museos, palacios, permanecen mucho tiempo cerrados sin que penetren los rayos del sol y sin aireación permanente. De igual modo, ocurre en muchos sótanos y viviendas, donde la condensación del aire, se hace en muchos casos irrespirable. En las paredes y bóvedas, aparecen mohos y hongos negros, producidos por la respiración de sus ocupantes, cirios encendidos, u otros elementos.
Los edificios cerrados completamente, por cuestiones de seguridad frente al robo o por no ser visitados con frecuencia, llegan a registrar tal condensación, que las pinturas murales, cuadros, archivos, etc. son dañados gravemente y lo que es peor, se crean focos insalubres.
En algunos casos, la instalación de aire acondicionado, es sólo un refrigerador o calentador del aire, con renovación sólo parcial, generando microorganismos, polvo, humos y demás.
Entendemos, que cualquier inmueble, ha de tener renovación del aire, pues ello aporta la humedad relativa tan necesaria a personas y enseres.
Las puertas y ventanas, ventilan a media y baja altura, quedando las cotas altas, sin aireación, condensándose al no tener fuga alguna, y produciéndose los citados mohos.
Consta de unas piezas hexagonales de 90 mm. de diámetro y 25 cm de longitud, repartidas en hilaras paralelas a los muros de carga, por bajo de cota 0, colocadas a hueso entre sí. Dichas piezas lleevan incorporados unos Electroconvectores de aireación que se introducen en la base o cimentación de los mismos muros, recogiendo los gases emigratorios que suben por los capilares, por sus propia presión de capilaridad, por la resistencia que le ofrece la presión atmosférica y por la dureza de los materiales del propio muro. Dichos gases son evacuaados por los Electroconvectores, a las líneas de la instalación, sacándolos al exterior por diferencia de temperatura térmica, dirigidos a unos manguitos flexiibles, empotrados en las fachadas.
Las zanjas paralelas al muro serán de 30 cm. de profundidad por 15 cm de ancho aproximadamente.
Se pondrá una cama de gravilla lavada en su base, se instalaran las piezas y se cubrirán de la misma gravilla. Encima se pondrá el hormigón y el piso que se desee.
Es un sistema eficaz, seguro y de duración permanente.
Es una pieza hexagonal, con unos salientes en su u parte interna, que facilita la entrada de aire, por la parte superior de la pieza, y tanto como se humedece, cae por su propio peso, hacia la parte inferior, saliendo gravitatoriamente, ya que el aire húmedo pesa más que el seco.
Se instala en muros de toda clase de materiales de menos de 100 cm. de espesor
Son autónomos, y su instalación y montaje será de 33 cm entre sí.
En muros de más de 45 cm., se instalarán a dos caras, a tras bolillo, ubicándolos en alvéolos, y recibiéndolos con mortero de arenas de sílice, cal y cemento.
Dichos alvéolos estarán protegidos en su entrada, por unas rejillas de nylon o zamac.
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